Pero una característica sutil en el nuevo sistema operativo de Microsoft está generando inquietud entre los nuevos usuarios. Se trata del Wi-Fi Sense. La finalidad del Wi-Fi Sense es facilitar la conectividad en red. Microsoft cree que ahorrará a las personas el paso de preguntar las contraseñas de redes; una ventaja es que los propietarios de las redes no tendrán que compartir esa información. Wi-Fi Sense busca redes para encontrar las que estén en uso por otras máquinas con Windows y le indica compartir la contraseña con sus amistades (contactos de Outlook, Skype y Facebook) cuando inicia sesión. No puede elegir compartir la red con personas individuales. Esta característica estará habilitada de forma predeterminada en Windows 10 si elige la opción de instalación Express durante el proceso de instalación. Microsoft afirma que Wi-Fi Sense es una característica de seguridad y observa que las contraseñas de usuario compartidas están codificadas. Sus contactos no conocerán su contraseña ni tendrán acceso a su dispositivo, y las contraseñas codificadas se almacenan de forma segura. Sin embargo, podrán enlazarse a su red cuando estén dentro del campo de alcance. Como se señala en las preguntas frecuentes acerca de Wi-Fi Sense: “Para las redes a las cuales desea compartir el acceso, la contraseña se envía a través de una conexión codificada y se almacena en un archivo codificado en el servidor de Microsoft, y luego se envía a través de una conexión HTTPS a la PC o teléfono de sus contactos si utilizan Wi-Fi Sense. Sus contactos no verán su contraseña y usted tampoco verá la de ellos”. A pesar de su extensa explicación acerca de la seguridad de Wi-Fi Sense, expertos en seguridad temen el alto potencial de violaciones. Brian Krebs, de Krebs On Security, llama a esto un “desastre que está por ocurrir”. Dado el enorme número de contactos que cada persona tiene, y el avanzado estado de los ciberataques, es fácil ver por qué. Si comparte su contraseña a través de Wi-Fi Sense con su lista de contactos de Facebook o de correo electrónico, cualquiera de esas personas podría acceder a su red si utilizan un dispositivo con Windows 10 en las cercanías. Además, si un amigo o familiar ya conoce su contraseña, podrán compartirla con sus listas de contactos a través de Wi-Fi Sense. De repente, todo un grupo de extraños podría tener acceso a su red. Microsoft afirma que Wi-Fi Sense no permite acceso a ningún dispositivo o archivo en una red determinada. Los invitados sólo pueden usar Internet. Sin embargo, a muchos usuarios les inquieta que los hackers puedan descifrar la contraseña codificada y obtener acceso a toda la red. Si no se desea que esta característica conecte a otros usuarios en su red, cambie el nombre de su red de modo que incluya la frase “_optout”. Microsoft cita ejemplos como “mynetwork_optout” o “my_optout_network”. Ésta podría ser una buena opción para pequeñas empresas u hogares donde muchas personas conocen la contraseña y pueden compartirla. Wi-Fi Sense se introdujo por vez primera en Windows Phone pero recibió poca atención, debido a la pequeña participación de Microsoft en el mercado móvil. Ha salido a la luz de los reflectores como característica de Windows 10 para las PC, que se utilizan entre una población mucho más nutrida.